Tan cerca y a la vez tan lejos. El entorno de Fulleda pone a vuestro alcance un gran abanico de rutas que alternan los caminos amplios y luminosos con pequeños y sombríos senderos, que os permitirán disfrutar de un paseo tranquilo y relajado atravesando valles y hondonadas, rodeados únicamente de un espacio natural que mezcla con singular equilibrio exuberantes y frondosos pinares, llenos de vida, con zonas más abiertas donde la mano del hombre ha transformado los bosques en campos de cultivo de cereales, viñas, olivos, almendros…, que ahora despiertan a la primavera y empiezan a mostrarse en su máximo esplendor.
Unas tierras que os permitirán mirar hacia fuera y disfrutar de unas increíbles y privilegiadas vistas de las Garrigues, los Pirineos o la Cuenca del Barberà -especialmente los días limpios y claros- o hacia dentro y hacer una mirada introspectiva aprovechando que os encontraréis con un entorno sin más distracciones que la contemplación de la propia naturaleza, ni más ruidos que los del viento de marinada, la naturaleza y vuestros pensamientos. Un espacio, sin duda, idóneo para una caminata tranquila y reflexiva, donde difícilmente encontraréis más compañía que vuestra propia presencia y la de alguno de los animales y aves que campan libremente por estas tierras garriguenques
Esta tierra de secano y marinada ofrece un espacio privilegiado para alejarse, como diría Fray Luis de León “del mundanal ruido y seguir la senda por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido”.
Como acostumbramos a decir, nosotros ponemos el territorio, la excusa para acercaros os la dejamos a vuestro criterio.
Fulleda, un territorio por descubrir, una tierra de secano y marinada.