El entorno

Fulleda, el entorno 

El entorno más inmediato de esta tierra de secano y marinada ofrece a propios y visitantes un espacio natural con una gran potencialidad turística, además de para otros usos de carácter industrial y agrícola. Sus sierras están llenas de rutas muy bien señalizadas, senderos, bosques, con predominio de las coníferas, todas ellas ideales para realizar excursiones a pie, en BTT o, incluso, a caballo.

Si lo que se está buscando es la tranquilidad, una tierra de fácil acceso pero alejada del estrés cotidiano, el ruido del tráfico y la industria, de las aglomeraciones de gente… Los parajes que rodean Fulleda son el lugar ideal para perderse y reencontrarse a sí mismo, para escuchar el silencio, la naturaleza. Para disfrutar de un territorio único y de unos paisajes que nos permitirán vislumbrar el horizonte hasta zonas tan alejadas como los pirineos.

Además de disfrutar con intensidad de la naturaleza, en unos recorridos donde difícilmente os cruzaréis con otras personas, podremos disfrutar de un espacio que cuenta con algunas construcciones singulares hechas a base de la llamada piedra seca, como las antiguas cabañas de vuelta, aljibes, los márgenes o ribazos, los refugios y resguardos, que se construían exclusivamente con piedra (sin utilizar ningún tipo de sujeción entre las diferentes piezas) y que quedan perfectamente integradas en el paisaje garriguense.

La localidad de Fulleda está situada en la comarca de Les Garrigues, con 20.212 habitantes (2012) y una extensión de 799’71 km2, limitan al norte con el Segrià, Pla d’Urgell y el Urgell, al sur con el Priorat y al este con la Conca de Barberá, mientras que la comarca tarraconense de la Ribera del Ebro delimita las tierras del oeste. Además de los límites geográficos es la misma tierra de las Garrigues la que establece las diferencias, con su climatología de extremos y particular orografía.

Olivos, almendros y viñas, pinedas y encinares son una constante en el paisaje general de la comarca, unas tierras caracterizadas por un terreno seco y árido excepto en alguna zona muy concreta. El olivo es el cultivo más extendido en la comarca; la variedad de olivo típica es la arbequina y su aceituna, pequeña, redonda y tensa, produce un aceite sin gran acidez, considerado el mejor por los entendidos.

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Arbeca, Les Borges Blanques, Juneda, Puiggròs y una parte de Castelldans configuran un espacio que, gracias a las aguas del canal de Urgell, permite el cultivo de alfalfa, maíz y, sobre todo, frutales.

Por otra parte, el Albagés, Arbeca, Fulleda, La Pobla de Cérvoles y el Vilosell producen un vino de gran calidad. En este sentido, la comarca cuenta con un total de siete bodegas adscritas a la Ruta del Vi de Lleida, DO Costers del Segre, entre ellas el celler Matallonga de Fulleda.

 

 

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